No son pocas las ocasiones en que llega alguien pidiendo ayuda porque es adicto a alguna sustancia. Tampoco son pocos los casos en que esa adicción es solamente una. Hay casos, incluso, en que las adicciones son múltiples y permanentes.
Cada adicción puede asociarse a un sentimiento o algún miedo a algo que la persona desea evitar.
Porque las adicciones son justamente eso, medios para evitar ciertas situaciones, eventos, circunstancias, ciertas relaciones o personas o capítulos de la vida, etcétera.
En todas las adicciones existe el deseo de evitar algo que, coloquialmente, se llama “salir corriendo, no quiero ver, no quiero conectarme, no quiero presenciar, no quiero pensar en ello.
En términos generales, la adicción al tabaco se asocia a evitar la sensación de estar solo, de vivir solo, de sentirse solo, de estar en soledad. Así, la manera de evitar conectarse con esa soledad es a través de un cigarro. En muchísimas ocasiones es posible escuchar que alguien habla del cigarrillo como su compañera, su compañero, su paño de lágrimas, el que siempre está, el que acompaña en el frío y en el calor, en cualquier circunstancia. Al fumar, la persona está tratando de evitar esa soledad que no quiere sentir.
En el caso del alcohol y también de la marihuana, lo que se desea evitar es un poco más fuerte o grande. Generalmente está relacionado con alguna situación, circunstancia puntual o permanente, en relación a alguno de sus progenitores.
Con el alcohol, en términos generales, lo que se busca evitar es aquel padre que no es el padre que “me hubiera gustado tener”, por la razón que sea.
La marihuana, que tiene la capacidad de borrar a una persona y hacerla sentir literalmente en las nubes, aquello que se quiere evitar es aún más fuerte pues tiene relación con la madre, por la razón que sea. Lo que se quiere evitar es todo aquello en relación con la madre que se tiene, que es una mamá diferente a la que “me hubiera gustado tener”.
En el caso de la cocaína, lo que se busca evitar es la falta de fuerza, la debilidad, la vulnerabilidad, la falta de energía, la falta de capacidad y, por ello a través de la cocaína, se busca todo aquel poder “que necesito para poder lograr lo que, supuestamente, por mis propias capacidades y debido a mi historia yo no podría alcanzar”.